- Como llegar a Cabo de Gata: Una serie de carreteras locales que parten de la N-340 en los aledaños de Almería y numerosas pistas recorren el interior de la zona. Desde Almería, se sale en dirección a Murcia por la autovía del Mediterráneo. A unos 10 km hay un desvío que lleva a Cabo de Gata.
- Época recomendada para la visita a Cabo de Gata: Todo el año, excepto en verano. La primavera es ideal para acercarse a la sierra, y el otoño para ver las aves en las salinas.
Hubo un tiempo en el que el agua potable era sinónimo de
riqueza, y gracias a esta circunstancia el triángulo Gata – Nijar – Aguamarga
ha logrado llegar hasta nuestros días casi intacto, escasamente ajeno a la
erosión humana. Más adelante, en 1987, la zona de cabo de Gata – Nijar fue
declarada Parque Natural y, diez años después, Reserva de la Biosfera por la
Unesco.
En el Cabo de Gata se extiende una sierra de unos 40 km de
longitud, en lo que es el principal macizo volcánico de la Península Ibérica, un lugar estupendo para tus rutas de ecoturismo o turismo rural.
En el camino a Cabo de Gata la carretera serpentea siguiendo
prácticamente la línea de la costa para llevarnos directamente al faro. 2 km
más allá, en la Torre de la Vela Blanca, el asfalto desaparece y el visitante
debe continuar el camino a pie o en bicicleta de montaña. Cuesta lo suyo, hay
que advertirlo, pero lo cierto es que un paseo hacia las playas vecinas de Mónsul y los Genoveses compensa el
esfuerzo y el empinado desnivel del camino de vuelta.
En esta zona la vista es la que manda. Los ocres y los
pardos de la tierra contrastan con intensos azules y blancos del agua rompiendo
con la costa. En el interior abundan los aljibes, las norias y los pozos. La
monotonía es rota por los cortijos blancos rodeados de pequeños huertos y
bosquetes de pita.
Pero esto es solo una parte del tesoro de este espacio; el
resto está oculto en la plataforma continental, habitar de una variada y rica
flora y fauna submarinas.
A estas playas puede llegarse también desde San José, un
pequeño pueblo costero, al que también se recomienda llegar a pie. La hora de
camino es compensada con creces, aunque los más perezosos pueden inclinarse por
acortar distancias en coche, sobre todo si se desea hacer el trayecto de San
José hasta Las Negras. Una carretera de unos 20 km en zigzag hacia el noroeste
lleva hasta rincones típicos y sorprendentes en pueblos como El Pozo de los
Frailes, Los Escullos, La Isleta y Rodalquilar.
Hay en esta ruta un destino inolvidable al que, esta vez
rotundamente sí, debe llegarse a pie. Se trata de la Cala de San Pedro, un
lugar casi de leyenda, sin duda la cala más solitaria del Mediterráneo. Una
recomendación: llegar a la cala por la pista que bordea la costa, para volver
atravesando el barranco de las Águilas. Calcule hora y media de ida y otro
tanto de vuelta, y lleve agua consigo, es más que probable que no le venga nada
mal.
Muchas de las huellas de las civilizaciones y pueblos que
pasaron por el Cabo de Gata están todavía por desentrañar. Es buena prueba de
ello la existencia de yacimientos arqueológicos romanos y árabes, sobre todo en
los alrededores de San José.
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